La lectura es una de las formas que tiene el ser humano de crecer y desarrollarse. En esta memorable jornada, nos gustaría que os tomaseis un tiempo para relajaros tranquilamente, ya sea al lado de una taza humeante de chocolate caliente o sumergidos en la bañera después de una agotadora e intensa jornada laboral; y os dedicaseis un rato al placer de leer un nuevo libro, o a releer ese fantástico libro que te cambió la vida. Porque los libros cambian la vida, ¿no lo sabías?, entonces no has encontrado todavía el compañero ideal. Ese que te corta la respiración cuando empiezas a desenmascarar su trama, ese que hace que no pegues ojo en toda la noche, ese que te ronda en la cabeza como un moscón estival, ese que te estimuló y te acompañó en las primeras contracciones de un largo parto, ese que hace que pasen los días tan cortos… ese, en definitiva, que te acompañará allá donde vayas: en tu maleta, en tu bolso, en el coche, en el autobús o en el metro.
Los libros con letras son magníficos, pero he descubierto hace unos cuantos años los libros de imágenes. Es como si te trasladases repentinamente a la infancia, a esas instantáneas de tu niñez que se quedan guardadas en la retina para siempre; pero aplicado a nuevas formas de conocimiento. Siempre he pensado que la teoría de «una imagen vale más que mil palabras», es totalmente cierta. Algo tiene la fotografía que en un instante sublima a cualquiera que la admire. Engancha y sorprende al mismo tiempo. Todos tenemos en nuestro cerebro alguna imagen retrospectiva, que ha ilustrado nuestra vida, y de la que guardamos un magnífico recuerdo, aunque ya no la tengamos físicamente. Actualmente, existen magníficos volúmenes dedicados a la decoración, el diseño, la arquitectura, la fotografía, la naturaleza, o la cocina; por poner algún ejemplo, que son verdaderas obras de arte convertidas en libros.
Por eso, os animo a que todo lo que caiga en vuestras manos con formato de libro, le echéis un vistazo. De primeras, puede que no te interese demasiado, pero ¡siempre saldrás ganando en sabiduría, el saber nunca está demás!.
