Ya han llegado los días soleados con un cielo azul espléndido, y hemos dejado atrás el tedioso frío que tanto nos entristece. Ahora tenemos la oportunidad de hacer relajantes escapadas o de disfrutar de nuestras merecidas vacaciones. No hay nada mejor para nuestra mente y nuestro espíritu, que olvidar la rutina, el estrés y las prisas. Por unos días vamos hacer realmente los que nos plazca, o eso intentaremos, después de estar siempre atados a responsabilidades mundanas. No es fácil parar y echar el freno, cuando uno marcha a 200 km. por hora. Por eso, desacostumbrarse de nuestros hábitos, a veces cuesta un poco. Si estamos habituados a levantarnos pronto, nuestro reloj biológico seguramente nos despertará a una hora parecida. No pasa nada. La diferencia es que tenemos la ocasión de dedicarnos a alguna actividad que nos llene. Por ejemplo, ¿qué tal empezar el día haciendo algo de deporte?, nunca viene mal; podrías empezar por recorrer ese lugar recóndito a dónde has llegado, él te espera para que lo disfrutes en todos los sentidos.
¿Te gusta el mar y hace meses que no lo ves, y sientes esa añoranza de su olor que tanto te estimula?. ¡Pues corre, y no te pienses ni un segundo más, darte un chapuzón en su agua salada!, o si no eres tan atrevido, date un gozoso masaje de arena en los pies caminando por la playa. Estos pequeños momentos son los que todos echamos de menos. Y para los que se dirigen a otros destinos: ¿qué tal un largo paseo por la montaña?, te deleitarás con esas vistas magníficas desde las alturas, dignas de un dios; o sino que se lo digan a los dioses griegos desde el Olimpo. Vayas donde vayas, no te olvides de respetar el lugar, sus gentes y sus costumbres. Puedes seguir el refranero español: “Donde fueres, haz lo que vieres”. Si te invitan a probar su comida típica, pruébala aunque no te entusiasme el picante o el dulce empalagoso. Puede que descubras sabores que nunca habrías pensado que existían. Y que no se te olvide ir bien provisto de artículos duraderos para tus comidas y bebidas, ¡olvídate del usar y tirar, eso ya pasó a la historia!. Es imprescindible viajar con una botella ecológica rellenable, una tartera que ocupe poco espacio, un termo para sólidos y otro para líquidos, un anti mosquitos, un buen protector solar natural, y diferentes neceseres y bolsas para tenerlo todo bien organizado, y también, un gorro o sombrero; y por supuesto, una oportuna maleta o mochila en la que guardar todo, a ser posible esta última con muchos bolsillos.
A lo mejor conoces en tu peregrinaje por otras tierras, nuevos países y nuevas culturas, y diferentes formas de existencia y convivencia. En la actualidad, existen viajes organizados para convivir con pueblos nativos, haciendo una inmersión de lleno en sus tradiciones, alojándote en sus propios hogares. Es una nueva forma de viajar, atractiva y enriquecedora. Todo depende de qué es lo que busques cuando te mueves por el mundo. ¿Dónde te gustaría pasar tus próximas vacaciones?.