El uso de los tampones y las compresas esta mucho más extendido que el de las copas menstruales. Por esto en este post queremos romper una lanza en favor a éste otro método de higiene femenina.
No resulta difícil encontrar puntos que favorezcan el uso de la copa menstrual. Al margen de los obviamente relacionados con el medio (menos residuos difíciles de procesar, menos consumo de recursos…), también existen los beneficios directamente relacionados con nuestro cuerpo.
Por mucho que las compañías y marcas de compresas y tampones nos quieran dibujar un escenario la mar de rosa y bonito para con sus productos, estos no dejan de estar diseñados para parecer más bonitos y atractivos. Y para ello, por ejemplo, se han de blanquear. Los tampones que utilizamos son del color que los encontramos fruto de un baño en Dioxina, este componente causa alteraciones en la mucosa del útero, endometrio y puede causar endometriosis. Como este, existen dos componentes más de los tampones (Asbesto, el cual incrementa el sangrado, y el Rayón, causa principal de el shock tóxico) nada beneficiosos para nuestra salud.
Así pues, una alternativa ecológica a todo esto son las copas menstruales, como la de la casa Irisana. No es un producto desechable, solo se necesita tener una, lo cual también implica un ahorro en productos de higiene íntima. Se adapta totalmente a tu cuerpo puesto que las hay en diferentes tamaños (podéis mirar en la página de Bulevar Verde cuál se adapta mejor a vosotras). Es un producto fácil de limpiar y que se convierte en un elemento indispensable una vez empiezas a usarlo.
Os recomendamos que, aquellas que aun no le habéis dado una oportunidad, deis un paso adelante en el que las primeras beneficiadas seréis vosotras mismas.
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Júlia Viladomiu, colaboradora de Bulevar Verde
